lunes, 18 de mayo de 2015

Semana 10


Enfermedad y Muerte: Definiciones y significado de: muerte, enfermedad padecimiento, sufrimiento, El médico y el enfermo ante ellos, actitudes y reacciones.


¨ Enfermar supone enfrentarse a un mundo hasta entonces desconocido y negado. Todo individuo cuando enferma experimenta una serie de reacciones emocionales ante la enfermedad que el médico debe considerar. Existen muchos factores que intervienen en esas reacciones, entre los que destacan la personalidad del paciente, su edad, el tipo de enfermedad, la familia y los amigos, el hospital y la personalidad del médico y demás profesionales de la salud¨



·         Definiciones y significado de muerte:

Desde el punto de vista biomédico, la muerte es el cese absoluto e irreversible de las funciones vitales. Se declara por el cese de la actividad espontanea respiratoria, cardiovascular y cerebral.
Biológicamente, la muerte es la interrupción de la renovación continua de las células de los tejidos.
Considero y se tiene conocimiento que cada persona le da un significado a la muerte, de acuerdo a su personalidad y a su formación. Además, es un proceso por el cual, sin duda alguna, todas las personas estamos destinadas a pasar y que hasta la fecha sigue siendo un misterio sin resolver.


·         Enfermedad

Según el diccionario de la RAE, tiene varios significados: “alteración más o menos grave de la salud” “pasión dañosa o alteración en lo moral o espiritual” son los que se apegan más al contexto.

Se define como un proceso biológico que supone una alteración estructural o funcional a nivel orgánico, un proceso psicológico que conlleva dolor y sufrimiento y un proceso social porque supone una invalidez.
Enfermedad es un estado en el que la persona no puede realizar correctamente sus funciones de diversos tipos de acuerdo a lo que, bajo su perspectiva, se considera normal.
Es obvio que el médico y el paciente no ven la enfermedad de la misma forma, mientras el médico lo ve de una manera científica y busca lo medios para un buen diagnóstico y un tratamiento eficaz, para el enfermo significa la pérdida de su integridad corporal, de la certidumbre y de la libertad para actuar de la forma que desea. 


·         Padecimiento

Es, en mi punto de vista, lo que el enfermo posee: signos, síntomas, sentimientos y emociones que le causa la enfermedad que tiene. Sin embargo, el paciente puede tener un padecimiento "sin tener una enfermedad". Es lo que realmente determina la conducta del enfermo y de ahí, a que éste tome la enfermedad de diferentes maneras.
Resumido en otras palabras, es un conjunto de reacciones personales y culturales ante la enfermedad.
Es por ello que la desatención del padecimiento sea en gran parte responsable de que los pacientes no cumplan con las indicaciones de los médicos, se sientan insatisfechos con el cuidado profesional de su salud, y muchos salten de un consultorio a otro o bien recurran a otras fuentes populares de curación. ¿Por qué aún siguen existiendo personas que acuden a curanderos? La respuesta es fácil, porque el médico deja de lado el padecimiento y los pacientes lógicamente buscan al que los ayude a resolver sus necesidades.

Diversos estudios han puesto de manifiesto que en el cuidado popular de la salud es precisamente el padecimiento el foco de interés, de ahí a que muchas personas tengas más esperanzas en los curanderos que en los médicos.
Un buen médico, será capaz de tratar tanto la enfermedad como el padecimiento.


·         Sufrimiento

Desde mi percepción, el sufrimiento es un estado de alteración emocional del bienestar que está presente en las personas que están afectadas o amenazadas por diversas causas. Hay que destacar que no sólo es causado por la enfermedad y los problemas relacionados con ella, sino también por el tratamiento, y está poderosamente influido por la percepción que el enfermo tiene de su futuro.

Es importante distinguir entre dolor y sufrimiento, debido a que estos no son la misma cosa.  Un enfermo puede sufrir intensamente sin tener dolor y el médico puede llevar a cabo acciones médicas que, aun siendo técnicamente correctas, pueden no causar dolor, pero sí sufrimiento. Por ejemplo, cuando a algún paciente se le diagnostica cualquier enfermedad, puede o no existir dolor, pero si un sufrimiento latente que le causará al pensar que es lo que sucederá en el paso del tiempo.


Ø  El médico y el enfermo ante ellos, actitudes y reacciones
 
En la muerte, todos tomamos diferentes actitudes y reacciones; los niños pequeños piensan que la muerte es un acontecimiento transitorio y reversible. Muchos en su intento por revelar el misterio, se basan en los principios religiosos que los rigen, y creen que habrá una vida eterna después de este proceso que es necesario y tienen la fantasía de reunirse con los seres queridos después de la muerte, la cual es una forma relativamente frecuente de mantener la idea de que la vida y la muerte tienen continuidad; otros simplemente creen que quedan en el sueño profundo y jamás se volverán a despertar. Para muchos, la muerte es un salto a la nada. En mi opinión, considero que la muerte es un proceso por el cual todos pasaremos y muchos ya han pasado. Es un proceso vital, de eso no cabe duda, y con el cual termina la vida, pero aún no se sabe cuál es la finalidad.
Una de las actitudes y mecanismos de defensa más usual y poderosa en esta situación, es la negación. Se niegan a este tipo de eventualidad y en muchas ocasiones es muy perjudicial para los familiares de la persona que pasa por este proceso.
Ocurre que algunas personas realmente no temen a la muerte y la enfrentan con serenidad. Muchas personas temen más que a la muerte a la invalidez, el deshonor, el sufrimiento prolongado, etc., y en ciertas circunstancias de gran adversidad desean la muerte. Esto depende en gran manera, como ya he mencionado anteriormente, en la personalidad de la persona. Sin embargo, en otras, una causa del miedo exagerado a la muerte, creo yo, es el sentimiento de no haber vivido plenamente. Muchas personas temen llegar a morir porque no han realizado sus metas o no han experimentado cosas que les gustaría tener.
Hay personas que sufren una serie de reacciones cuando se les detecta una enfermedad mortal a corto plazo. De acuerdo con la doctora Kubler-Ross, estos son: 


ü  Negación de la realidad: el enfermo piensa que no es posible que tal cosa le ocurra a él
ü  Resentimiento profundo: ¿por qué a mí y no a otros?;
ü  Regateo: el enfermo trata de impedir que se cumpla la sentencia haciendo méritos;
ü  Depresión preparatoria: asimila la idea de la muerte y se pone de duelo por su propia muerte;
ü  Etapa final: el enfermo acepta pasivamente su sentencia, e inicia un estrechamiento progresivo de sus intereses y la retirada de sus afectos.

La reacción del médico antes la muerte lógicamente es diferente, una pregunta que el médico se plantea es: ¿debe decir la verdad a aquel cuya condición es irremediable? Por supuesto que sí, creo yo, porque ocultar la verdad a un paciente es algo antimoral, antiético, el médico tiene la obligación de decir la enfermedad, el padecimiento por más doloroso que este sea; de ahí, él tiene que ver cómo ayudar al paciente a resolver sus necesidades y hacerlo sentir mejor. En general, tanto los enfermos como sus familiares aprecian en el médico una actitud que permita escoger entre aceptar y negar; "dejar entreabierta la puerta de la esperanza". Sin embargo, el familiar más cercano y el mismo paciente debe ser franca y oportunamente informado de la situación, por más dolorosa que sea la noticia. La responsabilidad del médico es percibir las necesidades del enfermo que va a morir y responder a ellas "como la madre responde a las necesidades de un hijo".

Humanizar significa permitir a cada enfermo segur viviendo como un ser humano. Teniendo en cuenta sus valores de referencia. Solicitando en la mayor medida el conjunto de sus posibilidades de funcionamiento, no solo fisiológicas sino también mentales. Evitándole que se desorganice a través de la angustia y sumergirse por sus reacciones emocionales facilitándole el acceso a lo palabra y a la posibilidad de unir y de simbolizar sus afectos.
Humanizar es volver conscientes a los asistentes que son depositarios de una parte del narcisismo de los pacientes, que deben desempeñar una función organizadora y a este fin desarrollar sus propias capacidades de mentalización. Podrán así evitar lo que no sería ni pensado, ni hecho dominante por el servicio, que no se haya actuado por error perjudicialmente.


Bibliografía:

1.- Ramón de la Fuente, Psicología Médica, Nueva Versión 1992; Ed. Fondo de Cultura Económica.
2. López Ibor, Ortiz Alonso, Ibor Alcocer. Lecciones de Psicología Médica, 1a.   Edición, 1999. Ed. Masson.

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